22 dic 2008

Trabajo... o algo asi...

Llegamos al trabajo, sisi esa palabra de siete letras que solo pongo en práctica en el entranjero haciéndome el importante. Pero antes una aclaración: este capítulo va a resumir los 20dias que llevo trabajando por dos raza se me oones: 1- si bien tengo anotado en un cuaderno los detalles que quería contar el cuaderno quedó en el cuarto y cero ganas de subir; 2-mi memoria está muy volátil y muchas cosas ya se me olvidaron (excusa para no contar detalles que no son importantes).

No se si ya lo conté pero comencé a trabajar un martes, justo cuando Chef David (Chef de Cuisine del Atlantic's Edge, mi restaurant) tenía libre y por lo tanto iba a estar a cargo Chef Harvey (Chef de Banquetes). Como todos estos dias de trabajo Harvey hace todo muy bien y rápido, controla, prepara, cocina, indica, pregunta, es algo hiperactivo pero la verdad es que es un loco muy simpático. Como no tenía experiencia en la línea caliente me puso a hacer ensaladas y 4 cosas fritas que a los 10dias y con menú nuevo volaron.

Las primeras dos noches pasaron bien, no había mucho trabajo e iba aprendiendo tranquilo, pero llegó el jueves, justo con Chef David a cargo (volvía de sus dos días libres), y con el jueves se vino una tormenta de verano, esas que pasan, son intensas, duran un rato y cuando se van deján el aire cargado de humedad. Acá el aire quedó cargado de reproches, la línea entera falló, nos desordenamos y aparte comenzaron a faltar los backups por ende los platos se demoraron. Fue un quiebre de cintura en la forma de trabajo. Yo por ser nuevo zafé de los reproches, pero Eileen y German (compas de trabajo) se las vieron grises.

Ese viernes comenzó distinto, todos teníamos una lista de cosas para preparar (hecha por nosotros mismos) y fue un dia de bastante trabajo aunque no hubo tormenta ni aguacero. Y entonces llegó el primer finde, que para los restaurants suele ser más ocupado que un lunes o martes, pero la cosa no cambió. La crisis acuchilló al turismo por la espalda hiriéndolo de muerte y aunque a veces da patadas nunca llega a preocuparnos.

Dos semanas después estrenamos menú nuevo. De lo que yo hacía solo quedó en pie la ensalada cesar, pero ahora con un nuevo diseño en el plato (el turista hace todo, hasta cortar la lechuga...) y menos trabajo. Me sacaron las cosas fritas y de 3 ensaladas ahora solo tengo dos. Eso fue la semana pasada, allá por el 12...

Pero todo volvió a cambiar el último jueves cuando por fin inauguraron el salón restaurado y abrió Nikai (bar japonés). Pero lo más significativo fue que mi lugar de trabajo ahora es en el salón, tengo una barra con un hermoso horno y si bien por ahora solo hago las ensaladas ahi (en la barra, no en el horno) a partir de la semana que viene, después de navidad, comienzo con las pizzas.

Lo lindo de estar ahi es que me pagan por hacer poco y nada, me paso las 4 horas parado haciendo una ensalada cada 20 o 30 minutos porque la situación está re complicada, aunque ayer pareció repuntar y todo indica que el 25 va a ser destructivo (las reservas ya agotaron la capacidad del salón).

Verán que cambié el tiempo verbal del relato, del pasado al presente... y si, me aburrí de escribir sobre el trabajo, vine a trabajar es cierto, pero acá hay mucho más para hacer y escribir y contar, por ejemplo dormir...

En un próximo relato contaré un poco sobre qué hago además de dormir y trabajar, sisi, tiene siete letras, como trabajr aunque opuesto, entre las que se incluyen: r a u g v e.

Abrazos

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