13 oct 2015

Aprender

Hace ya cinco semanas que estoy en el rol de Chef Ejecutivo y si bien fueron turbulentas siempre toda tormenta dejó un aprendizaje...

Para resumir un poco lo que pasó después de Cloudy Bay vino un fin de semana de fotografia. Era el décimo que se organiza acá y por ende era especial. No sólo le agregaron un día más de duracion sino que querían una torta para celebrar al final de la cena degustación del último día. Y más que eso era mi primer gran evento acá en BOMC. 

Por suerte todo salió bien pero ya empezaba a mostrar lo que son mis dos grandes puntos débiles a corregir.
- La parte social del equipo. Tengo que aprender que no estoy sólo en esto y que ninguno en mi equipo es capaz de leer mentes. La comunicación es vital y aprender a transmitir mis ideas y conceptos es el primer punto en el cual estoy trabajando arduamente.
- No tomarme descansos. Quizás esto lo saqué de mi tiempo en Inglaterra pero hasta no ver la lista de tareas terminada no freno. Empiezo temprano y trabajo cuantas horas sean necesarias. Alguno dirá ¿y cuál es el problema? El problema es que me canso y sin darme cuenta cambio mi humor drásticamente. Y cansado pierdo control y mi paciencia se vuelve super finita. En mi posición es una situación que me deja mal parado y pone a mi equipo en mi contra ya que termino discutiendo por boludeces.

Pasó el finde de fotografía, pasó una semana tranquila y era hora de empezar a terminar de ajustar los detalles del fin de semana de ópera con su almuerzo largo al estilo italiano. Habíamos fijado los vinos con anticipación basándonos en lo que se había hecho en años anteriores pero ni yo ni mi equipo quería repetir el menú. Queríamos que fuera nuestro estilo. Busqué información sobre los vinos y con eso charlé con el equipo las posibles ideas. 

Otra vez caí en la misma trampa y si bien esta vez logré que mi equipo entendiera mis ideas y conceptos igual trabajé como un "esclavo" persiguiendo mi plan. En consecuencia la comida salió como yo quería, el evento salió como yo quería, pero en el camino me alejé de mi equipo. En los tres días que duró el evento tuvimos infinidad de discusiones y al menos dos charlas serias. Pero no pude conmigo mismo y me terminé agotando.

Igual no todo es tan negativo como parece. Ellos entienden mi situación, entienden la presión que tengo en mis hombros y que esto es todo un proceso de aprendizaje para mi. Por suerte son muy buena gente y si bien les arruino los dias de trabajo no dejan que eso afecte la relación afuera ni que afecte los planes que tenemos a futuro para el restaurant y el café. Me acompañan por ahora, pero toda paciencia tiene un límite y no quiero alcanzarlo. Para poder servir la comida que quiero servir y brindar la experiencia que quiero brindar preciso a mi equipo de mi lado y preciso ser consciente de que tengo a un equipo.

Conocía mis limitaciones muy bien antes de venir, hace años que vengo chocando con las mismas paredes, que repito los mismos vicios y las mismas actitudes. Hace años que no lo puedo cambiar. Hasta acá llegué porque mis puntos a favor fueron siempre más que mis falencias. Pero de ahora en más tengo que corregirlas. Es la parte final del recorrido. Nunca es tarde para cambiar y definitivamente voy a tener que cambiar si quiero sobrevivir esta temporada.

Por suerte la "temporada de eventos" ya pasó y ahora es cuestión de ajustar los menues y ponernos a pensar en lo que va a ser el verano. Hay planes muy interasantes para el café, con nueva decoración y ojalá un menú que nos permita posicionarnos como el mejor café en la zona. Y el hotel parece que está lleno desde fines de Noviembre hasta fines de Marzo... Nos espera una temporada de verano intensa y llena de desafíos. Vamos uno a la vez y ojalá que los resultados sigan siendo positivos como hasta ahora...