Estaba todo planeado, presentaba mi carta de renuncia, llegaba PPi, paseabamos y emprendíamos la vuelta juntos a Bahia, totalmente de sorpresa, nadie iba a saber de mi retorno y ya había pensado la forma de encontrarlos...
Con todo el discurso listo (después de pensarlo durante una semana) fui a charlarlo con el Chef, me senté en la oficina y como otras veces le pedí hablar. Fui directo, faltaban dos meses pero me iba en Febrero, algún dia en la primer semana.
Pero entonces todo lo que yo había planeado comenzó a desmoronarse a medida que charlabamos. Escuché muchas cosas lindas en ese rato que charlamos y me dió más de un motivo para que me quede otros 6 meses, o al menos un par de meses más allá de Febrero. Motivos desde lo laboral, desde lo económico (si, llegó a ofrecerme un aumento de sueldo) pero más que nada motivos desde lo personal.
Y definitivamente en mi cabeza se instaló la pregunta ¿y ahora?¿qué hacer?. El que decide soy y y si bien no estoy obligado a quedarme ya descarté la idea de renunciar, al menos hasta después de mis vacaciones con lo cual ya se postergó cualquier eventual plan y/o sorpresa.
Más complicado se vuelve cuando todos comienzan a preguntar ¿cuándo volvés? o cosas relacionadas y yo no se que decirles. Hoy no vuelvo, hoy me quedo a ver qué pasa después de mis vacaciones.
Me voy a dormir, se viene el finde y como siempre es ocupado...
No hay comentarios:
Publicar un comentario